viernes, 28 de enero de 2011

Otra de Reyes Magos

Mi amigo jugaba con la palabra “pesebre”. Jugar con palabras es reírse del diccionario, de la gramática, es abrir la jaula, dejarlas volar.
Esto sucedía los primeros dias de enero en Tilcara, ciudad del departamento del mismo nombre de la provincia de Jujuy , en Argentina, en el centro de la Quebrada de Humahuaca. Estábamos viendo pasar "los pesebres", que son una formación de niños y una banda de sicuri (redoblantes, bombos y quena), que marchan bailando por las calles para festejar la llegada de Jesús. Es una tradición popular que se reproduce en cada barrio de Jujuy.
Pasábamos nuestras vacaciones en una cabaña alquilada y desde el maravilloso patio/balcón no sólo disfrutamos del paisaje sino que también descubrimos estos bailes callejeros.
El dia de reyes, en la plaza de Tilcara desfilaron los pesebres. Un espectáculo sencillo, sin jerarquías, no hay actores, sólo participación popular. Me sorprendió que no estuviera el Intendente en el escenario. Pero la cosa es así, no es el estado sino la fe del pueblo la protagonista. A diferencia del templo, donde la pasividad es necesaria, aquí el cuerpo entra en primer plano. El baile, la escenografía, la música, desdibujan los límites entre lo sagrado y lo profano.
Al terminar el desfile llegaron los Reyes Magos. Asomaron por un techo y repartieron caramelos a todos los chicos de la plaza. A todos. Otra vez la plaza simbolizando la unidad popular.
Me gustan mucho estas tradiciones en las que el pueblo no espera, no mira, sino que participa y crea. La foma estética es sencilla, simple, pero diferente de la oficial. Auténtica.
Dicen que el tiempo de los pesebres comienza alrededor del 8 de diciembre y termina el 6 de enero. Dicen también que en muchos casos los pesebres siguen adorando hasta la segunda semana de enero en cada barrio. Dicen que las fiestas populares tienen algo de juego, se rien de la institución, de lo que debe ser, son dejarse volar.


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